Una estufa de laboratorio, también conocida como horno de secado, es un equipo diseñado para proporcionar un entorno de calor seco y controlado. Se utiliza principalmente para secar, esterilizar y realizar tratamientos térmicos en materiales y utensilios de laboratorio. Su funcionamiento se basa en la convección de aire, ya sea natural o forzada, para garantizar una distribución uniforme de la temperatura en su interior.